sábado, 27 de julho de 2013

CARDINALES



Templanza... la única cosa que realmente importa. Un hombre tiene que satisfacer sus deseos y sus necesidades para que pueda realmente ser un individuo para la sociedad. Un hombre no satisfecho será un hombre distante de cualquier virtud, inútil para con el prójimo, será un hombre con faltas, de constitución frágil.
Sin embargo, para satisfacer sus deseos y sus necesidades, es necesario templanza.
Templanza mismo hasta con el prójimo.

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Una transformación. Dentro de si. Y todo puede modificarse alrededor. Otros sabrán, a veces de un saber que no se sabe, más que se siente.
Una transformación, por pequeña que sea, sin embargo, efectiva.

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Construir con palabras, tejer la red humana. La palabra que busca, lanzada con la intención de unir los puntos de vista y no de refutar los contrarios.
La red humana, que es humana y funciona.

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Cuando se comienza a ser aquello que es, ahí si se puede producir mucho, fluir... Tiene que ser así, ser para lo que se nace, ensayar siempre en la sinceridad de uno mismo, evitar papeles ajenos.
Ahora estoy siendo lo que soy, escritor... Tengo libros para vender, más no soy vendedor.
Lo que será, Dios me dará.
Yo agradezco.

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Versão para o espanhol de Maria Eugenia Rodriguez Solis.

(texto original: http://destarteatarde.blogspot.com/2011/09/cardinais.html)